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La histórica carrera para ganarle al paso del tiempo viene arrojando importantes avances en el mundo en los últimos tiempos: con pasos firmes en las investigaciones sobre regeneración celular, todo parece indicar que nos encontramos como humanidad, en la antesala de la posibilidad de extender la vida, con una mejora en su calidad.
A los destacados trabajos de investigadores en Estados Unidos y España, con pruebas altamente positivas en ratones, se suma Argentina que ya inició la cuenta regresiva en lo que marcará un hito científico, al llevar adelante la primera prueba en un ser humano con la inoculación de este tratamiento que aspira a controlar el envejecimiento para prevenir y eliminar las enfermedades y afecciones relacionadas con la edad en los humanos. El elegido para dar este paso, es uno de sus desarrolladores, el doctor Rubén Ares, empresario e investigador, Médico Veterinario, Nutricionista y Biotecnólogo, durante los primeros días de marzo.
Este trabajo va de la mano de los Dres. Roberto Grau profesor de la cátedra de. Microbiología de la Facultad de Bioquímica de Rosario, Rodolfo Goya miembro Inibiolp de Facultad de Medicina de la UNLP, y Pedro Swirido, uno de los precursores en el estudio de células madre en el país. Su amplia y certificada experiencia sobre las causas del envejecimiento, les ha permitido avanzar en el desarrollo de un método con la utilización de bacterias probióticas para la reactivación de cuatro genes claves en este proceso que ya se encuentra patentada.
Así, con las premisas del Nobel Shinsha Yamanaka como punto de partida sobre la regeneración celular, los científicos argentinos plantean hoy la posibilidad de un “reseteo” que podría extender la vida de las personas hasta 120 años: “no es una solución mágica una pastilla o una inyección, lo que se pretende no es ser eterno, sino vivir más tiempo y con mejor calidad” sostiene el Dr. Ares, quien explica que si bien se trata de un proceso de rejuvenecimiento celular, además influyen otros factores esenciales como el ejercicio físico, una dieta adecuada, y la presencia óptima de antioxidantes.
El biotecnólogo remarcó también, lo trascendental del descubrimiento de los cuatro “genes Yamanaka” durante los albores del Siglo XXI, ya que su función es la de lograr un punto de rejuvenecimiento de las células, sin llegar a la indiferenciación: “a partir de allí lo que se buscó es la forma de despertar los genes” dijo y destacó el extenso trabajo de los especialistas que continuaron sobre estos pasos, entre ellos el de Juan Carlos Izpisúa, bioquímico y especialista en Biología del Desarrollo que se encuentra actualmente trabajando en Estados Unidos; como también el del genetista David Sinclair, de la Universidad de Harvard que continúa avanzando con pruebas sobre ratones: “para el caso de nuestro equipo, ya estamos preparados para realizar las pruebas en humanos”, confirmó.
La fórmula de la juventud al alcance de la mano El Dr. Ares remarcó la necesidad de comunicar con precisión sobre la investigación y el proceso en cuestión que coloca a la epigenética (el Estudio de los cambios que activan o inactivan los genes sin cambiar la secuencia del ADN) en un lugar trascendental: “en ningún momento se trata de manipulación genética, porque no cambiamos ningún gen sino que buscamos activar esos cuatro (los Yamanaka) que ya están”, dijo e indicó que para ello se ha desarrollado una herramienta más vehiculizable: “primero se probó con virus como retrovirus y adenovirus, en tanto que nuestro grupo de trabajo probó con plásmidos, que son vesículas que contienen los genes, por lo que su inoculación resultaría mucho más manejable”. De esta manera, la bacteria en cuestión es Bacillus subtilis (que se encuentra sobre todo en la microbiota intestinal de animales y seres humanos), y que actuará como moderadora en la expresión de dichos genes, todo ello vía endovenosa y a través del propio plasma.
Detalles
Con miras a los últimos días de febrero o primeros de marzo, el Dr. Ares eligió una clínica de Rosario de Santa Fe para la inoculación de plasma propio, enriquecido con los genes activadores: “hasta ahora en Estados Unidos, David Sinclair trabajó con unas moléculas antioxidantes y en ratones, nosotros ahora vamos a avanzar con la aplicación directamente en humanos”, afirmó el médico veterinario y biotecnólogo, que también precisó que se tratarían de tres dosis que se colocarían distanciadas de sí por un mes. El tratamiento no requiere internación, aunque sí las observaciones del caso y el correspondiente registro.
Grandes esperanzas
Por último, el especialista señaló que, si bien a lo largo de la historia, la humanidad ha perseguido incansable el anhelo de descubrir la “fórmula de la eterna juventud”, la luz que arroja este trabajo científico apunta no sólo a la posibilidad de un rejuvenecimiento meramente externo, sino que abre las puertas a la reversión de enfermedades crónicas como las cardiopatías o incluso trastornos neurodegenerativos como el alzhéimer, con la aplicación del tratamiento inyectable: “de ahí lo revolucionario de este trabajo”, concluyó.
Para notas con el Dr. Rubén Ares: Lic. Lorena López Viglione/ Tel: +54 93875382845
E-mail: lorel2003@gmail.com
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